Así empezaron.
Así terminaron.
Este partido era el que cerraba la primera jornada en el Grupo F, y al igual que en el A los 4 equipos, Italia, Paraguay, Eslovaquia y Nueva Zelanda están empatados a 1 punto, los podéis colocar en la clasificación como queráis, porque están empatados a todo, pero si es por mí y por méritos estarían Nueva Zelanda, Paraguay, Eslovaquia e Italia.
Costa de Marfil - Portugal 0-0.Con este partido se abría el Grupo G, el Grupo de la Muerte y el encuentro prometía ser bueno. No fue malo, pero.... Es como esas pelis en las que esperas que pase algo y esperas y esperas y al final no pasa nada. Pues así fue el partido, porque empezó interesantísimo con una ocasión buena para ambos equipos, de hecho a los 10 minutos Cristiano metió un zurriagazo desde su casa que se estrelló en el poste derecho de la portería marfileña. Pero a partir de ese momento el partido se fue diluyendo. Tenían el control los africanos, que con un juego muy directo llegaban bien al área lusa pero no generaban mucho peligro. Los portugueses intentaban un juego más elaborado, pero su imprecisión en el pase y la presión de los africanos les impedían pasar del centro del campo y el partido se convirtió casi en un monólogo de acercamientos de los naranjas, aunque sin generar peligro. Deco era intrascendente en el juego de los suyos, Danny estaba desaparecido y Liédson ¿jugaba Liédson? El único que daba la talla en Portugal era Coentrâo, muy seguro atrás ante las constantes acometidas de Dindane, muy activo en la primera parte y fallón en la segunda. La verdad es que se veía el miedo a perder en los dos equipos y se resintió de ello el espectáculo. La segunda parte fue un poco mejor, no mucho. Empezaron atacando los marfileños con un disparo duro de Kalou desde fuera del área que Eduardo detuvo sin problemas. Empezó a aparecer Deco (algo tarde y muy poco) y el cambio de Queiroz de meter a Simâo por Danny activó un poco el juego portugués, con un CR más adelantado. Vimos por primera vez a Liédson en un remate de cabeza fácil para el portero. Poco después salió Deco del campo y dejó su puesto a Tiago. Por cierto, ya rajó Deco del míster, de que si su posición en el campo no le gusta (pobrecitoooo), de que si se juega a pelotazos. Si hubieras hecho bien tu trabajo no tendrías que decir nada, porque curiosamente con la salida de Tiago al campo, Portugal tuvo más la pelota y atacó mejor, vete tú a saber por qué. Poco después salió el Jugador Africano del Año 2009, Didier Drogba, recuperado de su lesión, o más o menos, porque se le notó algo falto de forma y de chispa. Después y ya con el partido controlado por los lusos el árbitro anuló una jugada que acabó en gol de Cristiano por una faltita de Bruno Alves dentro del área. Seguro que si es al revés no pitan penalti. Con el control del balón llegaron las mejores ocasiones para los de Queiroz, un disparo de Meireles desde lejos que salió desviado, una falta al borde del área que El Bicho tiró un poco por encima de la portería y poco más. En los últimos 5 minutos a los marfileños les entró prisa y tocaron a arrebato. Drogba en el descuento tuvo una solo ante Eduardo pero prefirió pasar a tirar y no encontró rematador. Es cierto que iba un poco forzado pero si tira estoy casi seguro que la mete. Y ya está,la verdad es que era poquita cosa para lo que se esperaba del partido. Si preguntáis por Cristiano os diré que tuvo la mejor ocasión del partido un par de faltas guapas de las que le gustan a él, patadas a tutiplén y encaramiento con Demel que le costó una amarilla al principio del partido. Aparte del gol anulado, pero la jugada ya no valía. Bien, pero intrascendente. En resumen, que nos quedamos con las ganas.
Así empezaron.
Así terminaron.
Brasil - Corea del Norte 2-1.
Este era el otro partido que prometía goles a gogó. Y tuvo más que la media pero tampoco lo que yo esperaba. Ya sé que Brasil no juega bien, de hecho su juego es para suicidarse, pero con la calidad que tienen esperaba algo más. Era, no obstante, un partido trampa. Porque aunque Corea es lo que es, tienen dos tíos arriba que sin llegar a ser superclases, son muy muy buenos y se la pudieron haber liado. Brasil jugó como siempre, mal. Estáticos (joder se mueven menos que los ojos de Espinete) sin ritmo, sin velocidad, sin ideas y abusando del tiro lejano porque no podían acercarse mucho, porque aunque los coreanos estaban replegados no estaban metidos en su portería y su línea defensiva estaba casi 10 metros fuera del área. Y dieron el primer susto importante por medio de Tae Se, uno de los dos que os comenté antes, que hizo una buena jugada individual. Es lo que tiene Corea, balones al 9 y que se busque la vida, y no lo hace mal, de hecho a Grecia hace unos pocos días les dieron un baño elegante. Hubo un momento del partido en el que Corea circulaba más y mejor que Brasil, era casi escandaloso. No era efectivo porque casi no llegaban, pero en tres toques te montaban un contragolpe de aúpa. Se veía venir que si venía el gol sería verdeamarelho, pero se lo iban a tener que currar, porque el único que hacía algo distinto era Robinho, por lo menos se ofrecía, que ya es algo. Y Maicon. ¡Qué tío!, sin duda el mejor del partido, y a mucha distancia Robinho. Subió la banda hasta que se hartó (iba a poner hasta que se cansó pero es que este tío no se cansa, es un robot). Y sus subidas fueron lo que abrieron el partido, porque en una de estas le dieron un pase a la espalda de los centrales y la enchufó desde ahí. Golazo, golazo y golazo. Me recordó a un gol de R. Carlos con el Madrid, no recuerdo a qué equipo, pero estaba más lejos y era más alto, porque entró por la escuadra, pero era clavadito. Y por la otra banda, claro. Ahí ya estábamos en el 55 y se notaba que Dunga les había echado la bronca a los suyos, porque ahora ya sí habían encerrado a los coreanos en su área. Dos minutos después la tuvo Robinho, pero su disparo salió desviado por poco. En ese momento era ya un festival de ocasiones cariocas (hasta se dignó a aparecer Kaká en un par de cositas que hizo antes de que lo cambiaran), que llegaban con mucha facilidad ya que el gol hundió a los asiáticos. Pero no llegaba el segundo, y eso era peligroso, porque los coreanos no hacían nada pero si acertaban con una te la liaban. Hasta que Robinho se inventó un pase que desarboló a la defensa y Elano remató de primeras al fondo de las mallas. Ahí sí que se terminó el partido, porque Corea dejó de presionar y Brasil tampoco insistió demasiado. Y cuando el partido estaba prácticamente muerto los coreanos se lanzaron arriba y dispusieron de un par de ocasiones buenas, y en la segunda hicieron gol, un golazo de hecho. Y no fue ninguno de los buenos, fue el lateral izquierdo. En el descuento lo intentaron un par de veces más, pero el marcador quedó así. Derrota muy digna de Corea y demostración de Brasil de que con el nombre no se le gana a nadie.
Así empezaron.
Así terminaron.